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La cultura de las organizaciones culturales
La “cultura” de una organización es su sistema de valores, creencias y comportamientos. Es su personalidad. Es un sistema que es necesario que sea compartido por todas las personas que forman la organización. La cultura constituye las reglas del juego no escritas que explican a menudo la distancia entre lo que teórica o oficialmente debe ser y lo que es en la práctica.
Las personas y la cultura son los elementos clave de toda organización cultural. La base del éxito de la gestión de una organización cultural implica contar con una cultura compartida. Dada, normalmente, la abstracción y la intangibilidad del concepto, algunas organizaciones desatienden su definición y su gestión. De hecho, el obstáculo más importante para adaptar las organizaciones a los requisitos de flexibilidad de la sociedad actual es la rigidez de las culturas organizativas tradicionales. En un mundo que cambia a gran velocidad como consecuencia de la nuevas tecnologías, la flexibilidad cultural de las organizaciones contribuye decisivamente a su capacidad de adaptación a entornos inciertos, difícilmente predictibles.
El cambio cultural es un proceso continuo que debe ser promovido por la dirección y resultado de la participación activa de todos los miembros de la organización. Estamos hablando de organizaciones culturales con visión compartida para todos sus integrantes en la que la comunicación, en el marco de una estructura flexible, permite la participación de todas las personas que integran la organización para conseguir el cambio.
La cultura y la relación con los usuarios son los únicos elementos que no pueden copiar las otras organizaciones. El cuidado de su gestión es, y será cada vez más, transcedental.
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